3 Apr 2009

De Tin Marín... Violencia en el Bus!!!

Pos total que salgo del Tombeki Café ayer hacia la central de buses con la convicción de tomar alguna nueva dirección. Había varias opciones de destinos, nomás faltaba ver que bus habría disponible.

Literalmente pensaba llegar a preguntar: tiene pa Denizli, o Antalya, o Mersin, o Mardin, o Diyarbakir. Pienso comprar el que "aiga", pensaba. Total que llegué y si encontré para El destino final Denizli. Pammukale! Ya había visto fotos y está super.

El día de hoy no comienza muy bien, chequen la siguiente literal tragedia! El trayecto del bus comenzaba a las 12 am y llegaba a Dinizli 7:30. El autobús iba lleno a la mitad, así que ¿por que no? en la parada de las 4am se me ocurre irme hasta atrás en la fila final donde hay cuatro asientos en línea y pos dije, ahí me acuesto cómodamente ¿no? Pos nomás no! Resulta que primero un pasajero se me queda viendo con mal genio y le llama al sobrecargo (todos los buses acá tienen servicio de sobrecargo, café, te, galletitas y hasta desayuno...). Comienzan a decirme que tengo que regresar a mi asiento, la verdad no tuve muchas ganas. Ya me estaba parando y como que me dio la espina de que el otro pasajero se pensaba quedar ahí. Así que como buen Mexicano, pos si yo llegue primero... pos que me aplasto! y en mi mente: No pienso moverme de aquí!

Me preguntaban por mi "bigleti" y yo le preguntaba también al otro pasajero por "su bigleti". Si yo me tenía que ir a mi asiento, pos el también ¿no? Se quedó un sobrecargo, como que vigilándome y después de un rato se fué a trabajar.

Total que pensé ya stuvo! pinche necio! Pero no! Me acuesto en la fila final de asientos y el otro pasajero comienza a hablarme a gritos! y me baja los pies del asiento! Me había quitado los zapatos y por alguna razón que desconozco, eso detonó una explosión tanto en el pasajero como el sobrecargo. Primero me quitan los pies del asiento ¡con manotazos! Después, con señas, la típica universal de mal olor (cara de asco y agitando la mano frente a la cara) como diciendome que olería mal. Afirmo que mis pies no huelen mal, más bien me lo decían como si no debiera hacerlo. Y pos ya siendo necios, yo señalé que los culos tampoco olían bien y así estaban en los asientos.

Pa no hacer el cuento largo. Ya se estaban armando los madrazos!!! No es fantasía, es decir: cuando el sobrecargo se me acerca insultándome y tipo amenazandome, me levanto, ambos parados en el pasillo, el sobrecargo y yo ya nos teníamos agarrados, el de mi chamarra, yo de su camisa y corbata, brazos alzados, puños cerrados, ambos mentando madres cara a cara, con rabia, el en turco y yo en español!!!!

No se cuál es el fundamento cultural, solo sé que cuando van a rezar a la mezquita, se lavan los pies antes. Hay lavatorios de pies por todos lados en todas las ciudades. Solo puedo imaginar algo relacionado. Porque los madrazos estuvieron a punto con ambos weyes!

Una vez más se confirma mi vieja teoría de que "el que pega, pega, no te avisa que te va a pegar". Será mi suerte, que "N" veces he oido amenazas de partirme la madre y hacia otros también que nunca se concretan. Las dos veces que verdaderamente me fueron a partir la madre y otras dos en donde yo fui a partirles la madre, en ninguna ocasión hubo avisos ni conversación, simplemente te miras a la cara mutuamente y se llega directo a los golpes. En las cuatro ocasiones, los contrincantes sabíamos de antemano las causas de la pelea y ya nos habíamos dicho lo que había sido necesario.

En esta ocasión, fue algo similar, porque primero el pasajero amenazó con madrearme y el sobrecargo asumió la posición de "aguanta, espera". A los 2 minutos (literal), fue el sobrecargo el que me quería partir la madre y el pasajero lo detuvo.

En mis épocas de pandilla (que parece hoy que nunca las tuve) aprendes de alguna forma inexplicable a reconocer ese momento inmediatamente. Sabía que por más señales de violencia, me sentí en ventaja. Total que no se armaron los golpes pero si sentí calambre (el pasajero era gigante, doblando mi peso!).

No me pude acostar pero si me jetee en la fila final. Ambos, sobrecargo y pasajero estaban más que emputados conmigo por quitarme los zapatos y más por mi actitud de "ni madres putos". Por un momento pensé que me bajarían del bus! Llegamos a Denizli y ambos putos como sedita. El pasajero no me dijo nada (nos cruzamos varias veces y nos vimos la cara), tampoco el sobrecargo (quien tuvo que entregarme mi maleta). Sinceramente al final me sentí contento de defender mi posición, sabiendo que la causa no fue ningún agravio de mi parte.

Pienso que evalué la situación y no pude evitar sacar mi lado Mexicano de que "por que chingados me voy a dejar". Me recordó lo que un amigo en Estados Unidos me dijo sobre los conflictos entre los negros y los mexicanos en los barrios bajos. En algunas zonas al parecer, las pandillas de negros de entre todas las minorías odian más a los Mexicanos por que frecuentemente: 1. Al trabajar mejor que ellos, les quitan los puestos de trabajo, 2. Aceptan peores condiciones laborales por lo que otra vez, les quitan los puestos de trabajo, pero lo que más odian es 3. Los Mexicanos no se dejan amedrentar por los negros como lo hacen otras minorías. No estoy diciendo que hice lo correcto, pero me pareció un capricho del sobrecargo y del otro pasajero no dejarme cambiar de lugar. Es una señal que me servirá para evitarlo en Iran, sabiendo que allá son mil veces más radicales.

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