13 Jun 2009

Espiritualidad y Anarquía

Viajé toda la noche en tren hacia Varanasi, pueblo místico famoso por su “fuerza” en el Ganges, ceremonias Arti muy especiales, pero particularmente porque debido a su “espiritualidad”, de toda La India traen cuerpos de fallecidos para ser cremados junto al río y sus cenizas a ser esparcidas en el Ganges (como si no le echaran ya suficientes madres).

En Varanasi conocí a Malik y Anais, una pareja de Franceses con quienes pase un par de días muy agradables en su compañía. Por un lado debo admitir que algunos templos como el Bharat Mata Mandir, Manas Mandir, Vishwanath Temple y el Ramnagar Fort estuvieron padrísimos de visitar, junto con la ceremonia Arti en la noche, un paseo en bote por el Ganges y la cremación de muertos junto al Ganges. Todo ello fue sumamente interesante, incluso el Golden Temple al cual no pueden entrar los turistas y está custodiado en su totalidad por guardias militares en sus entradas y sus alrededores en cada esquina como a cinco cuadras a la redonda, tomando en cuenta que hay barricadas y en cada esquina fácil 10 militares custodiando. No puedes acercarte con NADA, detector de metales y en sus tres entradas, puertas de acero tipo embajada Gringa, no he visto ningún templo custodiado de esta manera.

Sin embargo, no había percibido que en mi interior incrementaba lo que aquí considerarían los viajeros como “una energía muy negativa”. Bueno, creo que 2, una física y una emocional. De antemano me disculpo porque voy a ofender a los Hindhús considerablemente.

La física, una diarrea espantosa, junto con fiebre y cuerpo cortado terribles. Si bien traigo antibióticos, lo que no traía es imodium y resulta que aquí en las farmacias no venden NADA sin receta (supongo que por el consumo de drogas) así que ni el suero. Tuve que ir a un hospital, esperar la consulta, que casi no me dan, porque se requiere de acompañante, por cuestiones legales de responsabilidad, supuestamente sin forma de romper las reglas, finalmente me atienden y me revisan, y me recetan nimesulide, metronidazol, Cefixime, electrolitos y hasta un proteínico para tomar con leche. La verdad que dentro de las limitantes, me atendieron super bien, rápido y sin transas, 20 rupias la consulta (como 6 pesos).

Con todo y mi malestar, fui al hotel para hacer el check out, y al tratar de pagarle al encargado, primero me dijo que no tenía cambio y después me dijo que no me iba a recibir mi billete de mil rupias, quesque era falso. Al final resultó que solamente no me quería dar su cambio, pero en el inter, como se puso grosero, le dije “you don’t want my bill, I will go then”.

Aquí la bronca es que eran las 6 am. y no iba a haber cambio en ningún lugar, solamente me quedaba forzarlo a que me cambiara el billete, así que me salí del hotel. Me alcanzó, y discutimos, le dije que yo le estaba pagando pero que el no quería aceptar mi billete (que por cierto no era falso, era de cajero automático) y pos que entonces era su pedo arreglar la bronca, no mío. Regresamos al hotel y no me quería dejar ir. Grité “Police, police”, en eso llegó el dueño y entendió la situación, pero en eso al discutir con el encargado quien ahora argumentaba que yo no le quería yo pagar, le grité “I am not Hindhu, I will not rob you!!” por lo que evidentemente se ofendió y ya se andaban armando los madrazos de nuevo. El dueño le dijo que me diera mi cambio y por supuesto que el cabrón tenía cambio. Hijo de puta!!!

Salí del hotel con el pesar de la infección y del pleito, pero sobre todo, después de varios días, ya se acumuló en mi una segunda aflicción. Al principio parece que uno puede tolerar ciertas cosas para ver las bellezas de la cultura de La India, desafortunadamente (a pesar de que disfruté enormemente el Himalaya y el Golden Temple), ya no puedo estar ni un segundo más en la India.

Encontré lugares y personas maravillosas en la India, templos, gente con buen corazón, los niños hindús son una cosa maravillosa, ojos enormes, sonrisa hermosa, las mujeres van impecables con sus vestidos de colores… sin embargo, en las calles prevalece sobre ellos el desorden…
Estoy completamente harto y nauseabundo del caos que prevalece en el sistema social. La gente escupe, mea y caga en donde sea, frente a todos, hombres y mujeres por igual, la escupidera es hábito frecuente de los hombres ya que mastican unos polvos rojos que mastican durante horas y se la pasan escupiendo algo color rojo, ni hablar de la sensación cuando los ves sonreír con la boca toda roja. Hay basura en absolutamente todos lados, y hablo de montañas de basura en serio. No hay nada de respeto en el trafico, todos tocan el cláxon todo el tiempo, se te avientan autos, moto Rickshaws, vacas, bueyes, Ox, perros, changos, si te descuidas cuidado y te mea una vaca. Hoy sueno muy intolerante pero simplemente de Varanasi a la frontera con Nepal, voy casi con los ojos cerrados, ya no quiero ver más de esto.

Esto nada tiene que ver con pobreza, tiene que ver con la cultura, veo toda esta inmundicia (Filth) y me pregunto como va a progresar esta sociedad. Además de todo, tienes que estarte cuidando la espalda todo el tiempo porque en cualquier segundo te quieren transar y verte la cara de pendejo. Tristemente, con tanta ignorancia, además de todo, el gobierno debe hacer lo que le da la gana, nomás habría que preguntarse, ¿quien le reclama? ¿quién le exige en este caos? Me siento atrapado, no se si 100 años atrás, o 100 años en el futuro, tipo las películas donde ya todo… es anarquía.

En mi vuelo llegando a Delhi, en la platica con Rashid, el químico VIP, cuando le pregunté si pensaba vivir en la India o en otro país, me contestó, “You know, there is no country like India”, indicando que no imaginaba su vida fuera de la India. Con todo este caos, percibo que existe un nacionalismo fuerte en su gente, todos dicen amar a su tierra, pero no lo veo en las acciones diarias.

Me da tristeza saber que no habrá poder humano que cambie esta situación, si no son los Hindús mismos quienes cambien su cultura en primera mano. Me parece imposible el progreso en estas condiciones, donde hasta el olor ya me parece no tolerar, sueño con encontrar algo distinto en Nepal y me quedan muy pocas ganas de regresar a la India. Me platican que en el sur, las cosas son distintas, eso espero así sea, por su propio bien. El propósito de mis líneas no es ofender a nadie, pero no quiero olvidar los sentimientos que cruzan por mí cada día. A pesar de que tiene bellezas extraordinarias, su cultura diaria verdaderamente me hace decir “I am sick of India”.

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